Las tabletas y los smartphones son los dispositivos electrónicos más vendidos estas navidades, de acuerdo con una encuesta realizada por el portal Netkomercio.es entre los principales mayoristas de informática.
A las tabletas informáticas y los teléfonos inteligentes les siguen en la lista de preferencias los ordenadores portátiles, los netbooks y los dispositivos de ocio y entretenimiento, tales como MP4, MP5 y discos multimedia.
La principal preocupación de los padres respecto a su uso viene
relacionada con la seguridad que ofrecen. Por eso, especialistas de la
Policía Nacional han elaborado diez pautas para que padres e hijos sepan
cómo manejar la tecnología sin correr peligro.
Los agentes del equipo de Redes Sociales y los responsables del Plan
Director, un programa de seguridad e información promovido por la
Policía Nacional que tiene el objetivo de concienciar a los más jóvenes, han
sido los encargados de redactar el documento bajo el título de “La
tableta con los 10 mandamientos para un uso seguro de la tecnología por los
menores”.
-El nuevo gadget es un regalo, pero no es un juguete. Su puesta en marcha
requiere conocer no sólo cómo funciona y sus muchas posibilidades sino
los riesgos de un mal uso, sobre todo, para la seguridad. Es
recomendable que ese proceso de aprendizaje- descubrimiento se haga
conjuntamente, simultáneo, padres e hijos.
-El menor debería tener claro dónde, cómo y cuándo puede –o es
oportuno- utilizar su nuevo equipo y protegerlo de posibles extravíos y
accesos indeseados. Si lo va a llevar consigo fuera del domicilio, dependerá de
su edad, circunstancias del momento o compañía adulta, entorno… De igual forma,
debe anotar datos identificativos del aparato y bloquear su uso con una clave
que solo deberían conocer él… y sus tutores o adulto que le acompañe en su
introducción a la tecnología.
-Lo mejor es que desde el principio se acuerden entre ambas partes
(menores/adultos) unas normas de uso, en base a unos criterios de seguridad y
racionalidad (que sea adecuado por el entorno y el saber estar) que, cuanto más
mayores sean, más se razonarán y consensuarán con ellos, con mayor libertad e
intimidad. Cada cosa en su momento o a una edad...
-Los adultos deberían saber y elegir las distintas opciones de la
operadora, así como las aplicaciones, programas y servicios que se
instalan o contratan y las condiciones de las mismas. Saber la utilidad y
contenido de las mismas, para así intuir los riesgos que se asumen. Si los
mayores lo desconocen, siempre pueden preguntar a otros que entiendan más de
tecnología o en tiendas.
-Cuanto menor es el nuevo usuario, mayor supervisión, acompañamiento
y concienciación necesitará en el uso que hace del 'smartphone',
'tablet', ordenador, consola, cámara… de para qué lo usa, con quién, qué
información se intercambia… Un buen criterio para que el menor sepa si usa esa
tecnología de forma adecuada o no es que si lo viera una prima o tía suya de
25-30 años, no le escandalizara o preocupara.
-En el caso de los más pequeños, los padres pueden instalar programas
que filtren el acceso a webs y contenido inapropiado o peligroso, así
como que faciliten el control parental. De igual forma, es recomendable dejarse
asesorar por los profesionales de centros educativos y por los agentes de la
Policía Nacional que imparten formación sobre seguridad en más de 5.000 colegios
de toda España. En caso de duda o necesidad, el menor debería tener adultos de
confianza a los que consultar (entorno familiar o escolar) y, en caso serio,
siempre se puede contactar con los agentes de la Policía, en cualquier
comisaría, en alguna de las charlas en centros docentes, en el 091 o por e-mail,
de forma directa y discreta, en plancontigo@mir.es
-Si es aún es muy pequeño, el nuevo usuario debe asumir que sus tutores
tengan acceso global al contenido y uso del móvil, tableta u ordenador. Además,
se ha de procurar que lo usen en espacios públicos o abiertos de la casa,
fácilmente accesibles a los mayores, que deben supervisar o acompañar de forma
continuada a los niños e ir cediendo libertad o intimidad según se va creciendo
y adquiriendo responsabilidad y consciencia de los riesgos.
-El menor debe conocer no sólo los riesgos que puede encontrarse –y debe
evitar- al utilizar su nuevo equipo, sino también asumir que debe ser
responsable y respetuoso al relacionarse con el resto, así como en la
convivencia con sus conocidos… (si es aún pequeño, sólo debería
interrelacionarse con estos). Cualquier ataque, humillación, chantaje o
broma muy pesada –EL CIBERACOSO- a otra persona es intolerable y puede
llegar a ser delito.
-Es muy importante acordar y razonar con el menor unas normas racionales y
respetuosas hacia todos sobre hacer fotos y vídeos, compartir con otras personas
sus imágenes y, por supuesto, la no distribución de aquellas que sean de otros
sin su autorización o que puedan perjudicar irreversiblemente la imagen de
cualquiera. No solo explicar que se puede incurrir en DELITO
(como con el sexting), sino la importancia del RESPETO al resto (no hagas a los
demás lo que no te gustaría sufrir).
-Al menor debemos alertarle sobre los riesgos de fraude o condiciones
que se asumen –de forma consciente o no- al facilitar sus datos a personas o
compañías, contratar servicios y comprar on-line, así como enseñarle
las pautas de seguridad fundamentales en el comercio electrónico, ya sea con
empresas o entre particulares. También debemos alertarle del 'malware' (virus,
troyanos) y 'spam' que se encontrará en la navegación y de las técnicas de
ingeniería social existentes para engañar al internauta.
Puedes leer más en http://www.elmundo.es/elmundo/2013/01/06/navegante/1357473619.HTML
y en www.interior.gob.es/file/52/52555/52555.pdf